Gimen las rosas de plata
suspiran sus pétalos tardíos.
La luz las adorna,
la música canta
sus bellos himnos.
Mientras un paisaje de color
las embadurna de esperanza
y bailan al son del infinito.
El límite es un horizonte
inadmisible.
Las palabras son ciegas
porque no ven más allá
de la nostalgia.
Aromas que el aire les regala
cargados de sutilezas
incorpóreas y lejanas.
Gimen las rosas de plata,
bailan constantemente
y se deshacen
en múltiples pétalos
que se esparcen
por todos los rincones
de un pensamiento ingobernable,
de un deseo impalpable.
El ansia no entiende
de medidas ni de trajes.
momentos galantes.
Gimen las rosas de plata,
llorando
mares de inmensos
oleajes.
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