Se me olvidó el
tiempo
en que la lluvia mojaba
nuestra pasión.
Mi palabra ya no tiene tu voz.
Cada sílaba es un recuerdo
perdido
perdido
por cada frase
que tu amor
que tu amor
me inspiró.
Se me olvidó tu rostro,
se me olvidaron tus besos,
se me olvidó tu aliento.
Eres la sombra de la alegría
que en mi casa vacía
se escondió.
que en mi casa vacía
se escondió.
Mientras mi rosa
se despierta,
se despierta,
ya no encuentra
la inocencia
la inocencia
de quien la encontró.
Se me olvidaron mis ganas
de verte
de verte
y de buscarte,
en esas tardes llenas
de juventud.
En mis momentos maravillosos
ya no existes tú.
Se me olvidó que te quise
y que fuiste quien me enamoró.
Ya todo se me olvidó…
Pilar Lou Martin © Todos los derechos reservados
Pilar Lou Martin © Todos los derechos reservados
EL SILENCIO DE TU VOZ SE ENCONTRARON REMEMBRANZAS
Sin embargo hay algo muy importante que no se te olvidó: no se te olvidó sentir y no se te olvidó el saber transmitir ese sentimiento. Felicidades Pilar!
ResponderEliminarMuchas gracias María, besitos.
ResponderEliminarEvidentemente, la musa no se olvida de vos, este poema es magnífico, impecable en su construcción, sencillos signos que se encadenan para dar lugar a tus versos tan llenos de sabiduría. Un amor que ya fue...¡Felicitaciones, poeta! Así se llega al corazón del lector, sin atiborrarse de metáforas ni palabras rimbombantes.
ResponderEliminarMuchas gracias Myriam. Me alegro de que te haya gustado mi poema.
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