En una calle
de un pueblo cualquiera,
la vieja sentada
en su silla pequeña
acude a presenciar
la vida
de la que poco
a poco se aleja.
Lleva el pañuelo negro,
tan negro como sus medias.
Como sus zapatillas,
como su vestido.
La llaman
la tía Lorenza.
Y así, sin apenas
hacer ruido
su imagen
se asemeja
al manso transcurrir
de unas horas serenas.
Contemplo su rostro
cansado,
las profundas arrugas
que lo atraviesan.
Su piel es seca
y sus labios
murmuran sonidos
llenos de tristeza.
Hasta el mismo cielo
se lamenta
al verla.
Por cumplir muchos años
batallando
en esta
tierra,
tiene más parientes
muertos
que vivos.
Por eso el dolor
la desespera.
Ay, vieja
¡cuántas historias
llevas a cuestas!
¡Cuántos pañuelos
teñidos de sangre
y penas!
Y así, permaneces
sentada
en tus melancolías
y recuerdos,
esperando al sueño
de una muerte dulce
por final.
Este poema está incluido en mi libro "SIGO VIVIENDO"
Hermoso escrito, algo que todos esperamos de alguna manera, llevarnos los recuerdos y esperar.
ResponderEliminarMe has robado el alma con este escrito, gracias
Besos
¡Que recuerdos me evocan tu bonito poema!...
ResponderEliminarTe agradezco de veras que tengas la capacidad con tanta sencillez y hermosura, llegar a lo mas hondo... Hoy con estos versos no sólo me has despertado momentos, sino que ademas me has devuelto a ella, Claudia.
Cuenta con mi admiración y mi cariño, poeta.
Muchas gracias a vosotras, Mina y Looli. Este poema es un homenaje a todas ellas. Besos.
ResponderEliminarAsí como ella todos llegaremos unos antes que otros, pero lo importante es llegar.
ResponderEliminarSaludos
Sí, Kokoro, lo importante es llegar. Pero qué tremenda tristeza y nostálgia acuna el que ha vivído tanto. También alegrías por su`puesto, aunque sean menos.
ResponderEliminarNo conocía este poema tuyo tan bueno, me ha llegado al alma. ¿Cuantas Lorenzas conocemos o hemos conocido? Con tus versos nos pones de frente a esa realidad que supone la triste espera del final, cuando sabemos que por delante ya no nos esperan tantos años como los que hemos dejado atrás, llenos de recuerdos y penalidades, toda una vida... Es precioso Magica Laura. Mis felicitaciones!!!
ResponderEliminarMuchas gracias María, este poema era en homenaje a todas esas Tías Lorenzas que existen. Y yo conocí a una, mi tiabuela que se llamaba Lorenza. Besitos.
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