Se venden judías
vestidas de garbancitos.
Son muy tiernas
y hasta llevan lacitos.
Se venden palmeras
con olor a primavera,
y besos robados
a la luna llena.
Se venden cuadrados
metidos en triangulitos,
son a veces redondos
¡y tan bonitos!.
Se venden novias fugadas,
vampiros de contrabando,
paredes muy altas
y muros muy bajos.
Se venden hormigas,
se venden plumeros,
maestras de escuela
y valientes bomberos.
Se venden amantes secretos
y cabareteras,
y niños perdidos
en las escaleras.
Se vende la calma,
se vende un pedacito de gloria,
se vende un viajecito
subido en la noria.
Se venden zapatos,
desvanes ocultos,
se venden corbatas
y secretos profundos.
Se venden ansias,
se vende la prisa,
se vende el amor
en divisas.
Se vende una alcachofa,
se vende la lluvia,
se vende un cielo que baila
con la tormenta iracunda.
Se vende la risa
y poemas misteriosos,
se venden las azules margaritas
puestas a remojo.
Este poema está incluído en mi poemario "CANTANDO POEAMAS... con alegría y picardía".
Hola happy!
ResponderEliminarMuy divertido tu poema. Me he hecho seguidora de tu bloc, me veras por Pilar. Un abrazo.
Me alegro de que te guste, un abrazo seelie.
ResponderEliminarVaya, que haces tu con un poema de Gloria Fuertes entre las manos? :-)
ResponderEliminarMe encantan que me comparen a veces en algunos de mis poemas con GLORIA FUERTES, ójala tuviera una cuarta parte la genialidad de ella, es fántastica. Muchas gracias Quanta.
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